En una cacerola verter la nata 35%, la miel, el azúcar, una pizca de sal y las especias, cocinar a fuego lento. Batir las yemas de huevo y añadirlas a la mezcla removiendo con una cuchara de madera, añadir la harina tamizada junto con el bicarbonato y la levadura en polvo poco a poco. Derretir el chocolate al baño María en un cazo pequeño y añadirlo a la mezcla sin dejar de remover. Engrasar un molde rectangular de plum cake, verter la mezcla y cocer en el horno precalentado a 180° durante una hora. Dejar enfriar antes de desmoldar. Una vez frío, cortarlo en rodajas muy finas y secarlo en el horno a 60°C. Conservar hasta el momento de servir en una lata cerrada herméticamente para preservarlo de la humedad.