Nicolas Barbet elogia la nata Debic por su excelente relación calidad-precio
¿Los placeres culposos del chef pastelero Nicolas Barbet? Dulces de chocolate, malvaviscos y macarons. No es de extrañar, entonces, que en 2012 abriera su propia pastelería, Récréation Sucrée, en Lisieux, Normandía. “Aquí es donde busco la perfección. Y cada día me esfuerzo por ir aún más lejos, hasta alcanzar la verdadera excelencia.”
Para Nicolás, luchar por la perfección significa desafiarse a sí mismo cada día, exigir lo mejor de uno mismo y mejorar continuamente. "Se trata de ver si puedes apuntar aún más alto, descubrir si realmente has dado lo mejor de ti mismo – ese es mi desafío diario". A lo largo de los años, Nicolás Barbet ha competido en diversas competiciones profesionales nacionales e internacionales, llegando a las semifinales de Meilleur Ouvrier de France en 2014. Después de trabajar en varios establecimientos renombrados en Francia, decidió abrir su propia pastelería en 2012, con el objetivo de ofrecer calidad constante y un sabor excepcional a cada cliente.
“Me encanta darles un giro moderno a los clásicos”, dice el chef pastelero francés. “Esa mezcla de tradición y modernidad también se refleja en mi tienda: una fachada moderna con un interior cálido y acogedor. Los pasteles deliciosos a veces evocan recuerdos de la infancia, y otras veces me sorprenden con sabores nuevos y diseños originales.” Uno de sus postres clásicos favoritos es el vacherin, un pastel en capas de merengue y helado. “Existen infinitas posibilidades para decorar este pastel, que para mí es un verdadero clásico elegante. Para esto, confío en la nata para montar de Debic: se escudilla a la perfección, con una textura sedosa y un hermoso color blanco. Además, la nata mantiene muy bien su estructura, incluso cuando está en vitrina durante largos periodos o al decorar varios pasteles a la vez. ¡Si estás decorando treinta pasteles helados seguidos, no quieres que el primero colapse antes de terminar el último!”
Estabilidad confiable
A Nicolas le gusta trabajar con los productos Debic por su calidad constante. “Te permiten perfeccionar tus propias recetas porque sabes que la calidad de la nata para montar siempre es la misma. Así que nunca tienes que hacer ajustes por inconsistencias: es siempre fiable, lo que la hace muy cómoda para trabajar. También me gusta el hecho de que la nata venga en envases de cinco litros, lo cual es mucho más práctico en una pastelería que los envases pequeños. Otro gran punto a favor es el volumen que la nata Debic aporta a tus elaboraciones. El buen rendimiento marca una verdadera diferencia para los pasteleros. Una vez tuvimos que usar otra marca porque se nos había acabado la Debic. Inmediatamente notamos una disminución en el volumen de nuestros productos. Al final, esa otra nata nos salió mucho más cara.”
Nicolas anima a su equipo a participar en competiciones. “Para mí, no se trata tanto de ganar. ¡Solo quiero que sigan superándose, también en el lugar de trabajo!” ¿En qué se enfoca él en este momento? Mantener felices a sus clientes. “Soy un artesano, y no hay nada más gratificante que escuchar a la gente decir que disfrutaron de mis productos. Eso es lo que me motiva. Es la fuerza impulsora detrás de todo lo que hago.”
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